Aunque se habla mucho de las deudas buenas y las deudas malas, son pocas las personas que conocen sobre el tema a profundidad.

Es común que usemos el término “endeudamiento” de forma generalizada, pero lo cierto es que no todos derivan en dolores de cabeza.

Por eso es tan crucial entender las diferencias que existen entre las deudas buenas y las deudas malas, y sobre todo, mantener una buena relación con el dinero si tu objetivo es mantener tus finanzas balanceadas y construir tu riqueza.

No todos los endeudamientos son malos

No todas las deudas son negativas. De hecho, en algunos casos pueden funcionar como un apalancamiento financiero muy efectivo a la hora de adquirir activos productivos.

Con en este artículo sabrás en qué consiste las deudas buenas y las deudas malas, conocerás sus elementos diferenciadores y te compartiremos algunos ejemplos para que tengas mayor claridad.

Adicionalmente, debes estimular tu inteligencia financiera de forma recurrente para que no incurras en endeudamientos innecesarios, o en un completo caos de dinero.

¿Qué es una deuda buena?

las deudas buenas y deudas malas ejemplos

¿Alguna vez habías escuchado el término “deuda mala – deuda buena”?, o ¿simplemente el de “deuda positiva”?

Aunque este último concepto suene un poco irónico, es importante que sepas que este tipo de deuda puede ayudarte a ganar dinero.

En concreto, se generan cuando pides dinero prestado con algunos de estos fines:

  • Adquirir bienes o,
  • Concretar inversiones.

El verdadero trasfondo de esto consiste en obtener una rentabilidad dentro de un lapso de tiempo determinado.

En palabras sencillas, lo que buscas es que el dinero fluya hacia tus cuentas a pesar de estar incurriendo en un endeudamiento. Y aunque estos préstamos te exigirán el pago de comisiones e intereses, tú igual percibirás un beneficio

¿A qué se debe esto? Básicamente, los activos adquiridos te reportarán una rentabilidad específica con la cual podrás compensar toda la operación.

En teoría, por ser buena te ofrece un beneficio a largo plazo porque te permite adquirir un activo que conservará su valor en el tiempo. Incluso tras saldar el monto adeudado.

Conoce algunos ejemplos de deudas buenas:

1. Créditos hipotecarios

Las hipotecas son un claro ejemplo de un buen endeudamiento, a pesar de que existe la creencia de que fueron creadas para causar ruina.

Según un reporte de CNBC, las deudas hipotecarias son unas de las “formas más seguras de deudas buena”.

Esto se debe a que sus pagos mensuales les aportan un valor a la vivienda. No obstante, es crucial que no la hipoteques por un precio que sencillamente no podrás pagar.

Supongamos que pides dinero prestado para comprar una casa y que su plazo hipotecario es a 10 años.

Si administras bien tu dinero podrías pagar a tiempo la mayor parte de la hipoteca, y luego vender tu propiedad en el lapso de una década.

En ese momento recuperarás el dinero adeudado y un beneficio adicional; considerando que tu activo se habrá revalorizado considerablemente.

2. Préstamos para vehículos

Dado que los autos nuevos se deprecian al retirarlos de la agencia te resultará imposible venderlos posteriormente al mismo precio (en aras de recuperar toda tu inversión).

En tal sentido, pedir dinero prestado para comprar un auto convencional no representa una deuda buena, porque a largo plazo no te ofrecerá un mayor valor.

Sin embargo, la situación cambia cuando pides un préstamo para comprar un auto de colección, o un auto para trabajar en plataformas de viajes compartidos.

Simplemente porque en este caso su valor no se depreciará de la misma forma en que se deprecia el de un coche convencional.

Desde esa perspectiva los préstamos para automóviles sí pueden categorizarse dentro de este tipo de endeudamiento.

3. Préstamos estudiantiles

Al hablar de las deudas buenas y las deudas malas surge la necesidad de mencionar a los préstamos estudiantiles.

Estos se clasifican como favorables para las personas que tienen ingresos bajos o medios, ya que les permiten financiar sus estudios universitarios.

Pero estos se pueden convertir en un arma de doble filo si deciden pedir un financiamiento superior al total de lo que ganarán durante sus primeros años en el trabajo.

Por ejemplo, si vas a realizar una maestría en finanzas y el salario base promedio para un especialista financiero es de $60.000 dólares, no deberías pedir un préstamo estudiantil superior a ese mismo monto.

Características de las deudas buenas

Este tipo de deudas tienen características puntuales y definidas, tales como las que te compartiremos a continuación:

  • Aumentan el flujo de dinero hacia tu bolsillo. De modo que la rentabilidad está prácticamente asegurada.
  • Funcionan como un poderoso elemento de apalancamiento financiero para adquirir bienes que no se deprecian con el tiempo.
  • A largo plazo te ayudan a ganar dinero.
  • Te permiten pedir dinero prestado sin perturbar tu presupuesto general, o llevarte al endeudamiento extremo.

¿Cómo se define una deuda mala?

El concepto de deuda buena o deuda mala siempre causa curiosidad y recelo, en especial cuando las personas no tienen muchos conocimientos financieros.

Si este es tu caso, lo más seguro es que esta información te ayude a abrir tu mente, o que te permita mejorar la percepción que tienes respecto al endeudamiento.

Y como ya te contamos en qué consiste una buena, es momento de hablarte un poco sobre su contraparte. La deuda mala.

Las deudas malas se generan cuando no realizas compras de contado, y cuando no entiendes cómo funciona el crédito. Además, te ata al pago de intereses durante todo el tiempo que durará el financiamiento.

En tal sentido, no te generan beneficios a largo plazo, sino una pequeña ventaja derivada de un consumo inmediato.Por lo cual deberías aprender de inmediato cómo salir de este tipo de deudas.

Aquí tienes algunos ejemplos de deudas malas:

4. Deuda de las tarjetas de crédito

La mayoría de las compras que realizas con tus tarjetas de crédito son consideradas como deudas malas.

Esto se debe a que muchas veces sus tasas de interés son más altas que cualquier otro tipo de endeudamiento.

Y si solo te limitas a realizar pagos mínimos sobre tu deuda, los cargos por intereses podrían duplicar, o triplicar, el costo del producto que adquiriste con estos instrumentos financieros.

Por si fuese poco, las compras a crédito no suelen tener un valor de reventa a largo plazo. Esto se traduce en una evidente falta de beneficios financieros.

5. Préstamos de día de pago

También son conocidos como préstamos a corto plazo y son una de las peores deudas que puedes contraer en tu vida.

El motivo es simple: no ofrecen un valor tangible y generalmente se utilizan para atender una emergencia financiera.

Adicionalmente, su tasa de interés es muy elevada y esto solo diluirá todo el dinero de tu presupuesto. Para que tengas una idea de lo peligrosas que pueden llegar a ser te compartiremos una estadística certera:

La tasa de interés anual de las tarjetas de crédito, (en promedio), oscila entre el 16% y el 18%. Mientras que la tasa para los préstamos a corto plazo suele ser del 300%, o incluso un poco más.

Características de una mala deuda

  • No te ofrece ningún tipo de rentabilidad económica. 
  • Cohibe tu libertad financiera.
  • Solo sirve para comprar pasivos.
  •  Promueve el sobre endeudamiento.
  • Por lo general está orientada al consumo. Es decir, a gastos innecesarios y superfluos. 
  • No genera ganancias ni patrimonio.

Diferencias entre deudas buenas y malas

Conocer las diferencias entre ambas deudas podría ayudarte a entender mejor ambos conceptos. Estas son las más destacadas:

– Las deudas buenas permiten la adquisición de activos que generan rentabilidades. Mientras que las deudas malas suelen usarse para hacer compras superfluas.

– El valor de los activos adquiridos con un préstamo bueno puede incrementarse con el pasar del tiempo. En el caso de las deudas malas, los objetos adquiridos no suelen revenderse a un mayor precio.

– Pueden funcionar como un elemento de apalancamiento. Mientras que las malas solo promueven más endeudamientos a raíz de comisiones, intereses y sobre deudas.

– Los bienes adquiridos con una deuda buena se pueden convertir en una gran inversión en el largo plazo. Pero esto no sucede con el otro tipo de endeudamiento.

– Suelen ajustarse a la capacidad de pago de las personas, mientras que las malas tienden a rebasarla por completo.

Recomendaciones al momento de endeudarte

Conocer las diferencias entre ambos endeudamientos  no es suficiente para evitar problemas económicos.

En tal sentido, te compartiremos algunas recomendaciones que podrían evitar que una deuda buena se convierta en mala en un abrir y cerrar de ojos:

  • Jerarquiza tus necesidades de consumo.
  • Calcula bien tus gastos e ingresos.
  • Elabora un presupuesto que te permita administrar tu dinero con eficiencia.
  • Entiende bien cómo funcionan las tarjetas de crédito, y sobre todo, no subestimes sus tasas de interés.
  • Alimenta tu inteligencia financiera. Si no sabes cómo funciona el dinero, ni cómo puedes usarlo para generar riqueza, te resultará muy difícil administrarte bien.
  • No deberías destinar más del 30% de tus ingresos a realizar pagos. De ser así estarías incurriendo en endeudamiento negativo.
  • Investiga a fondo sobre el concepto, las diferencias e implicaciones de una deuda buena y una deuda mala.

Ahora que sabes qué es una deuda buena y mala cuentas con mejores herramientas para gestionar tu dinero con eficiencia, a la par de evitar endeudamientos que solo te empobrezcan.

Mantenerte libre de deudas habla muy bien de tu inteligencia financiera, y además denota responsabilidad, madurez y compromiso.

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