Hoy en día se habla mucho sobre la metodología Metodología Lean y dentro de sus terminologías más usadas destaca la del Producto Mínimo Viable (PMV).

Sin embargo a la gente le cuesta un poco entender de qué trata, sobre todo si no están muy inmersos en el mundo de la tecnología o los nuevos emprendimientos.

Por eso hoy queremos abordar esta temática de una forma sencilla y clara, con la finalidad de que comprendas muy bien qué es el Producto Mínimo Viable, y cómo puedes sacarle ventaja si quieres aprender cómo iniciar un negocio próximamente.

Entendiendo qué es el Producto Mínimo Viable:

La manera más sencilla de entender qué es un Producto Mínimo Viable es definiéndolo como a un prototipo.

Su finalidad es ayudar al emprendedor o al empresario a entender qué es lo que quieren sus clientes, lo cual les ayuda a no invertir tiempo, dinero o esfuerzo en el desarrollo de productos que no les serán utilitarios.

En teoría, se trata de un producto que cumple con las características mínimas para satisfacer a los primeros clientes, mejor conocidos en términos anglosajones como “early adopters”.

El concepto del Producto Mínimo viable o PMV por sus siglas fue acuñado en 2001 por Frank Robinson y luego Steve Blank se encargó de popularizarlo, así que por esta razón es conocido mundialmente como el principal impulsor del movimiento “Lean Startup”.

El objetivo de un producto mínimo viable:

En esencia un Producto Mínimo Viable cuenta con las especificaciones básicas necesarias para ser lanzado, pero además posee la particularidad de que solo un subconjunto de sus potenciales clientes llega a estar en contacto con el.

Esto se debe a que son considerados como los más propensos a captar la visión completa del producto a partir de un primer prototipo, y no solo eso, sino que también están dispuestos a proveer una retroalimentación certera al respecto.

El objetivo que se tiene con un Producto Mínimo Viable es evitar el desarrollo de productos que no les resultarán útiles ni atractivos a los clientes, o que en otras palabras no satisfarán sus necesidades.

Adicionalmente esta estrategia permite maximizar la recolección de data e información importante sobre lo que piensan los posibles consumidores del producto, y lo mejor de todo es que para esto se destina el menor esfuerzo posible.

Vigencia del Producto Mínimo Viable

Ahora bien, ¿estás preguntándote hasta qué punto un Producto Mínimo Viable es considerado como tal? La respuesta es la siguiente: hasta que logra ajustarse al mercado.

Si se comprueban las hipótesis de que habrán clientes interesados y dispuestos a comprarlo, o usarlo, entonces sus desarrolladores tendrán bases sólidas para dar el siguiente paso y seguir escalando hasta convertirlo en un negocio rentable.

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No obstante, no todos los finales suelen ser tan agradables y por ende existen casos en los que se concluye que el producto no es viable.

Sin embargo esto no significa que los recursos invertidos hayan sido en vano, al contrario, a partir de esta experiencia se obtiene un aprendizaje que permite desarrollar otros productos en un mañana, así que el ciclo sencillamente vuelve a empezar.

Cómo realizar un Producto Mínimo Viable

 Si eres un emprendedor y estás pensando desarrollar un Producto Mínimo Viable es necesario que tengas muy claro cuáles son los pasos a dar para evitar cometer errores.

En tal sentido queremos compartirte su proceso de desarrollo de manera esquemática para que sepas a qué enfrentarte.

1. Identifica el perfil de tu cliente potencial

Descubre cuáles son sus necesidades inmediatas y latentes. Para ello puedes aprovechar herramientas como Google Trends, o inclusive hacer encuestas personales y en línea que te aporten datos como sexo, edad, entorno, necesidades explícitas, o preferencias.

2. Estudia a tus competidores:

La idea es que sepas muy bien cuáles son los productos que ya han desarrollado, que conozcas sus precios, su tracción en las redes sociales, y más importante aun, que averigües qué opinan sus clientes al respecto.

3. Crea tu producto mínimo viable:

Una vez que tengas la información que acabamos de presentarte será momento de que desarrolles tu PMV, pero recuerda que este será un prototipo y que por ende no tendrá todas las funciones de su versión final.

Actualmente hay varios mecanismos para desarrollar este tipo de productos como las maquetas, los videos, las pruebas A/B, los test de humo y las entrevistas a tus clientes.

La mayoría de ellas te servirán para ahorrar dinero y además te permitirán presentarle tu producto o servicio a tus “early adopters” sin problemas.

Metodologías para crear un PMV:

 A lo largo de este segmento te contaremos cuáles son las metodologías más populares para desarrollar o crear un Producto Mínimo Viable.

La idea es que puedas entender cómo funciona cada una, de manera que cuentes con los conocimientos y destrezas necesarias para aplicarlas en el despegue de tu negocio o emprendimiento.

1. Metodología Scrum:

Esta es una de las metodologías más efectivas para desarrollar proyectos que cumplan con las características de un Producto Mínimo Viable, como por ejemplo, que deban realizarse en iteraciones, o en ciclos cortos, temporales y de duración fija.

Cuando se aplica, los equipos de trabajo tienen entre 2 y 4 semanas regularmente para ejecutar lo pautado.

De modo que el siguiente paso es conocer el límite máximo de retroalimentación del producto, o en otras palabras, obtener un resultado integral que aviste los avances hacia el desarrollo del producto final.

La idea es que este prototipo se le pueda entregar al cliente con el mínimo esfuerzo posible, y para ello es necesario contar con equipos totalmente productivos.

Funcionamiento de Scrum

La mejor forma de entender esta metodología es dividiéndola en tres grandes fases: planificación, sincronización y retrospectiva, y acá te las explicaremos a profundidad.

Primera fase: Planificación de la iteración

Durante esta etapa se define la lista de requisitos del Producto Mínimo Viable, lo cual le da vida al plan del proyecto.

Este punto es muy importante porque con el se busca priorizar los objetivos, a la par de balancear el valor que cada uno le aporta al proyecto en relación a su coste.

Por otra parte también se asignan las tareas que cada miembro del equipo deberá realizar sin incumplir la iteración acordada.

Segunda fase: La sincronización diaria

Atiende a la reunión de sincronización diaria que deberá llevar a cabo el equipo durante 15 minutos y preferiblemente frente a un tablero conocido como “Scrum Taskboard”.

La finalidad de este encuentro es inspeccionar el trabajo realizado para medir los progresos que se han hecho, así como hacerle frente a los obstáculos que pudiesen retrasar el proyecto.

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Cabe destacar que durante esta etapa el cliente desempeña un rol activo y participativo puesto que se une al equipo para refinar la lista de requisitos, en pro del avance hacia las nuevas iteraciones.

Aunque también es muy probable que juntos decidan cambiar algunos parámetros que los ayuden a acercarse cada vez más al Producto Mínimo Viable que tienen en mente.

Tercera fase: Retrospectiva

Esta fase involucra el proceso de revisión o demostración mediante el cual el equipo le presenta los requisitos completados al cliente durante cada iteración.

Pero también implica al procedimiento retrospectivo durante el cual el equipo analiza y reflexiona sobre su forma de trabajar y sobre los problemas que se le han presentado.

El propósito de la etapa retrospectiva es que sean capaces de tomar los correctivos pertinentes, y sobre todo que logren aumentar al máximo sus niveles de productividad para seguir avanzando hacia la meta final.

2. Metodología XP (eXtreme Programming):

Esta metodología se enfoca en la adaptabilidad de los proyectos –sobre todo en el área de programación- y fomenta el desarrollo iterativo con mucho énfasis pues solo de esa manera se generan mejoras continuas y constantes.

Sin embargo tiene un punto común con la anterior y es que también aprueba que el cliente trabaje de la mano del equipo de desarrollo para alcanzar resultados óptimos y sinérgicos.

3. Metodología Kanban:

El término “Kanban” es de origen japonés, significa tablero o tarjeta, y es precisamente de allí que se deriva el concepto de esta metodología que solía caracterizar a los sistemas de producción de la marca Toyota.

Se basa en limitar el trabajo en progreso para identificar las problemáticas o incidencias que pudiesen presentarse durante el desarrollo del proyecto, para así poder minimizar los costos asociados.

Centra su éxito en 3 grandes etapas: la de la de visualización, la del trabajo en progreso y la del trabajo realizado.

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Libros sobre el Producto Mínimo Viable

Si realmente tienes interés en sacarle provecho a un Producto Mínimo Viable y por ende necesitas documentarte más al respecto, no dejes de darle un vistazo a los siguientes libros.

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En ellos conseguirás información valiosa sobre cómo desarrollarlo y aprovecharlo para captar clientes y recolectar data que te ayude a escalar, y finalmente crear negocios exitosos.

Desarrollo de Clientes Lean por Cindy Álvarez

En esta obra la autora se enfoca en explicar cómo pueden desarrollarse productos que la gente considere realmente útiles a través de la estrategia del PMV.

Se trata de una guía práctica que te enseñará todo lo que tiene que ver con la creación de un Producto Mínimo Viable para captar clientes e investigar el mercado sin desperdiciar dinero ni tiempo.

A lo largo de esta obra tendrás acceso a un gran compilado de entrevistas y técnicas de investigación para conocer bien a tus potenciales clientes, y para desarrollar tus hipótesis de negocios de la manera más apropiada.

Como resultado estarás capacitado para diseñar, desarrollar y probar un PMV que pueda gozar de buena aceptación en el mercado, en lugar de pasar desapercibido por no satisfacer las necesidades adecuadas de tu target.

Enlace: Acceder al libro

Minimum Viable Product por Scott Grossman:

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Mediante este libro descubrirás los secretos vinculados a la creación de un exitoso Producto Mínimo Viable en tiempo récord.

Fue escrito con el firme propósito de ayudarte a descubrir por ti mismo cómo el trabajar más rápida e inteligentemente puede generarte grandes dividendos.

Para ello el autor esboza las ventajas y potencialidades de la metodología de proyectos ágiles conocida como Scrum, a tal punto que te garantiza que a través de su aprendizaje te convertirás en un Scrum Master.

De modo que bajo este cargo estarás 100% facultado para apoyar al cliente y motivar al equipo de trabajo a completar sus tareas en la iteración acordada para así ofrecerle un gran PMV a sus consumidores potenciales.

The Lean Product Playbook por Dan Olsen:

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Esta es mayoritariamente una guía práctica sobre cómo innovar en base al desarrollo de un Producto Mínimo Viable y a la retroalimentación rápida que proveen los consumidores en torno al mismo.

Sus enseñanzas te ayudarán a crear productos que tus clientes terminarán amando, y la mejor parte es que el autor te explica paso a paso cómo debes trabajar para lograrlo.

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Cursos sobre el Producto Mínimo Viable:

Para finalizar este artículo compartiremos un par de cursos en línea que puedes realizar para complementar tu aprendizaje sobre el PMV.

Scrum: un marco para el desarrollo ágil de proyectos

Este programa online está disponible ahora mismo en la plataforma Udemy y a través de sus lecciones comprenderás el funcionamiento de Scrum para que puedas usar esta metodología en tus propios proyectos.

El curso consta de 18 clases y no necesitas tener conocimientos previos en la materia para iniciarlo y aprovecharlo al máximo.

Al completar su programa de estudio sabrás cuáles son los roles y funcionalidades de Scrum, conocerás las llamadas metodologías ágiles, y hasta tendrás acceso a un ejemplo que te facilitará la captación del contenido del programa.

Enlace: Acceder al curso online

Principios para entender y aplicar Scrum, Agile, XP y Kanban

Este curso te enseñará a construir equipos altamente productivos y motivados, así como a cumplir con los tiempos rápidos de entregas y a mantener a tus clientes satisfechos y felices.

Para ello deberás sumergirte en sus lecciones sobre los ecosistemas Lean-Agile, y aprender a trabajar bajo sus metodologías más populares como XP, Scrum o Kanban.

Enlace: Acceder al curso

En conclusión, luego de leer toda esta información es momento de salir y ejecutar este contenido teórico en tu negocio. Lo más importante es salir y probar estas ideas respecto al Producto Mínimo Viable en tu emprendimiento.

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Escrito por Rita Colina

Periodista, experta en redacción SEO y Marketing Digital. Apasionada por la escritura y la lectura.

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